El Proyecto “CON-TACT”

PROYECTO “CON-TACT”

La Asociación Cultural Olatua, creadora de este proyecto, nació a raíz de la pandemia y el consiguiente aislamiento social, con la intención de ofrecer su contribución en la mejora de este escenario, con una obra de concientización histórica, por un lado, y de redescubrimiento de la propia sensibilidad mediante la educación táctil. En este contexto, CON-TACT identifica el resultado de una amplia investigación internacional.

INTRODUCCIÓN
Dando por sentado que la cultura actúa activamente en el plano social y psicológico, nos emociona comprobarlo precisamente en el nacimiento y evolución del Tactilismo, objeto de este proyecto y ejemplo de la implicación de la cultura en la salud.

El 14 de enero de 1921, Filippo Tommaso Marinetti presentó en París el Manifiesto del Tactilismo, dirigiéndose a una humanidad herida, obligada a andar a tientas en la oscuridad y a llevar máscaras antigás. No era sólo un manifiesto artístico, sino una invitación a redescubrir la epidermis.

Junto con las esculturas de Boccioni, las tabletas táctiles de Marinetti, Benedetta y Munari representan obras de arte en sí mismas. Describen viajes (Sudán-París), contienen recuerdos y sentimientos, y suelen ir acompañadas de poemas, música y aromas. Pero, sobre todo, ¡hay que tocar! Podría parecer una de las muchas excentricidades de los futuristas, pero no lo era: el tactilismo representó una especie de guía para redescubrir el contacto con el mundo, después de la Gran Epidemia. La gente ya no sabía cómo abordar la vida, estaba asustada, disociada. Para recuperar el contacto con el mundo sin tener miedo de él, Marinetti sugirió retomar lentamente el sentir y reeducar el cuerpo a la experiencia del tacto.

En este sentido, el Tactilismo no sólo identifica una corriente artística, sino que nos muestra un posible camino hacia la recuperación de nuestro equilibrio humano, tras otra gran pandemia y con las incertidumbres del futuro.

ESTADO DE SALUD MENTAL
Las enfermedades mentales llevan décadas aumentando en Europa y en todo el mundo. Antes de la pandemia de COVID-19, a 84 millones de personas (1 de cada 6) se les diagnosticaba un problema de salud mental en la UE. (1)

La necesidad de intervenciones de salud mental y apoyo psicosocial ha aumentado exponencialmente, primero con la llegada de la pandemia de COVID-19 y las medidas de confinamiento y aislamiento relacionadas, y ahora con la guerra en Ucrania.

Los jóvenes se han visto especialmente afectados, ya que la incidencia de problemas de salud mental entre los jóvenes de 15 a 24 años se duplicó en la mayoría de los países durante la pandemia. La gravedad de la situación también se ve subrayada por el hecho de que el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes en Europa. Por lo tanto, es urgente abordar el problema de la salud mental y la carga social y económica que los jóvenes y toda la población están soportando en este período sin precedentes. (2)

LA PANDEMIA DEL 1918-19
La historia nos ofrece a menudo paralelos esclarecedores con acontecimientos similares a los que estamos viviendo actualmente. Uno de estos casos está representado por la llamada “gripe española”. La pandemia de gripe en cuestión fue excepcional tanto por su magnitud como por su virulencia. Todo comenzó el 11 de marzo de 1918 en un campo de entrenamiento superpoblado en Kansas (Estados Unidos), donde 107 pacientes fueron hospitalizados por un ataque de gripe muy violento.

La causa se debió a un terrible virus que luego se extenderá por todo el mundo, en muy poco tiempo. Aterrizó en Europa tras la estela de las tropas americanas, pero la primera en hablar de ello fue la prensa ibérica ya que, al ser España neutral durante la Primera Guerra Mundial, sus periódicos no estaban sometidos a la censura de guerra (en otros países la gripe se mantuvo deliberadamente oculta por los medios de comunicación). Esto explica la denominación errónea de «gripe española». La devastadora epidemia se extendió desde marzo de 1918 hasta junio de 1920, infectando a unos 500 millones de personas (el 30% de la población mundial de la época) y matando a más de 50 millones. (3), (4)

EL TACTILISMO
Filippo Tommaso Marinetti es un autor controvertido bajo muchos aspectos, pero también clarividente y brillante. De hecho, ofreció a la humanidad una de sus intuiciones más averiguadas, proponiendo un camino revolucionario, capaz de remediar las consecuencias psicológicas de la gran pandemia de aquellos años.

De hecho, el 14 de enero de 1921, Filippo Tommaso Marinetti presentó el Manifiesto del Tactilismo ante el público del Théâtre de l’Oeuvre de París. Describiendo su génesis, el artista cuenta: «Una noche del invierno de 1917, solía bajar a tientas al subterráneo oscuro de una batería de bombarderos para llegar a mi cama sin una vela. Tuve cuidado de no chocar, pero tropecé con bayonetas, pistolas, latas y cabezas de soldados dormidos. Me acosté, pero no dormí, obsesionado con las sensaciones táctiles que había experimentado y catalogado. Esa noche por primera vez pensé en un arte táctil”. (5)

Con su Manifiesto, Marinetti se dirigía a una humanidad herida, obligada a andar a tientas en la oscuridad y a llevar máscaras antigás. No era un manifiesto artístico, sino una invitación a redescubrir la epidermis. El autor instaba a la práctica del tacto para recuperar la capacidad de sentir.

El Manifiesto representaba una especie de guía para redescubrir el contacto con el mundo tras la Gran Epidemia. La gente ya no sabía cómo afrontar la vida, estaba asustada, disociada. ¿Cómo redescubrir el contacto con el mundo sin tenerle miedo, sin temerlo ni devorarlo? Nosotros también hemos aprendido a ser cautelosos, a usar máscaras, a protegernos, a evitar al enemigo. Ahora, como sugirió Marinetti en su momento, debemos retomar lentamente el sentir y reeducar el cuerpo a la experiencia de la novedad, tratando de mejorar la comunicación entre los seres humanos a través de la epidermis. El público al que se dirigía no es diferente al de la sociedad actual, llena de incertidumbre, atrapada entre las preocupaciones materiales y un pesimismo desesperado, necesitada de ser reeducada en el contacto. (6)

Al mismo tiempo, a medida que nuestra realidad se vuelve más y más compleja, surge perentoriamente la necesidad de habilidades cada vez más nuevas y diferentes para dominarla. El Tactilismo puede ser uno de esos medios, una nave capaz de llevarnos a lugares desconocidos. (7)

EDUCACIÓN TÁCTIL
Tocar es comprender, conocerse a sí mismo y al mundo. Se entiende, pues, la importancia de la educación táctil por encima de la vista para rehabilitar una sensorialidad a menudo demasiado inhibida. Un desarrollo sensorial apropiado refuerza la conciencia de las propias capacidades perceptivas y cognitivas y enseña a ver con más profundidad y orden dentro y fuera de uno mismo. El sistema neurofisiológico con el que aprendemos las formas del mundo, a través de la experiencia directa con la realidad y de la percepción sensorial de los lenguajes de representación, actúa constantemente desde la infancia, pero es la educación sensorial la que determina la calidad del uso emocional y cognitivo de los cinco sentidos. (8)

Y, de hecho, ¡qué maravilloso es explorar una pequeña superficie! ¡Cuánto paisaje se puede descubrir incluso en unos pocos centímetros cuadrados! Tocar, sentir una superficie (la ‘piel’ de las cosas) permite acercarse a un conocimiento muy profundo del mundo porque permite tener un contacto íntimo con un lugar, una persona o incluso simplemente un material. Es un movimiento hacia un conocimiento sensible. Es un viaje. De hecho, puede ser EL VIAJE. (9)

Tenemos que volver a aprender el uso del tacto como principio cognitivo del ser humano. Un adulto controlado, inhibido, excesivamente influido por una educación que privilegia el desarrollo de dos sentidos, la vista y el oído, no es libre, no puede pensar en los preciosos recursos del tacto porque no los conoce, equivocadamente no cree que sea indispensable para comprenderse a sí mismo y al mundo. (10)

REFERENCIAS:
(1) – Cfr. Scholz Nicole, Mental health and the pandemic, European Parliamentary Research Service, July 2021
(2) – Cfr. The state of the world’s children 2021, United Nations Children’s Fund (UNICEF), October 2021
(3) – Cfr. Puerta José Luis, Microorganismos y epidemias en la era de la globalización, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2020, Madrid
(4) – Cfr. Vagneron Frédéric, La grippe espagnole : une historiographie centenaire revisitée, Ler História, 73 | 2018, 21-43, Zürich, Suisse
(5) – Filippo Tommaso Marinetti, Tattilismo, a cura di Benedetto Brugia
(6) – Cfr. Ferri Valentina, Prefazione a Tattilismo, FVE Editori, Milano, 2020
(7) – Zanotto Valentina, Tattilismo: Marinetti e il bisogno di una nuova sensibilità, 2021
(8) – Cfr. Secchi Loretta, Le metodologie dell’esplorazione tattile, Museo Anteros, Bologna, 2021
(9) – Cfr. Evangelista Mauro, Esperienze tattili nella scuola e nell’editoria, Ministero della Cultura, Roma, 2020
(10) – Cfr. Laura Anfuso, L’educazione tattile – Oltre la superficie, 2 Febbraio 2015, anno IX, N. 2