Onda International: the waves of Arts and Culture
Film & Music

Cuando África y el jazz se fundieron: el legado de Mulatu Astatke

(Raúl Agudo, Cultura Inquieta, 13/03/2025) – Desde tiempos inmemoriales, África ha sido el gran motor rítmico del mundo.Toda la música moderna del mundo tiene una carga africana monumental. Desde el blues hasta el reggae, pasando por el jazz y el funk, la influencia africana es innegable.

Figuras como Hugh Masekela o Fela Kuti han sido arquitectos de sonidos revolucionarios. A este linaje pertenece Mulatu Astatke, creador del Ethio-Jazz y un incansable embajador de la música africana. Astatke afirma, entre otras cosas, que los saxofones, las trompetas y los trombones tienen sus raíces en instrumentos tradicionales usados por los bosquimanos de África Central.

Mulatu Astatke nació en Jimma, Etiopía,en 1943. Su destino estaba escrito en clave de jazz mucho antes de que pudiera imaginarlo. Aunque comenzó su carrera en Ingeniería Aeronáutica en Gales, pronto se dio cuenta de que lo que realmente le apasionaba eran las notas musicales. 

Su camino lo llevó a Londres, Nueva York y Boston, donde se convirtió en el primer africano en graduarse del Berklee College of Music. Pero su mayor hito estaba por venir: la creación del Ethio-Jazz, un sonido inconfundible que fusiona la esencia de la música tradicional etíope con la elegancia del jazz y el ritmo de la música latina.

Astatke regresó a Etiopía en 1969 con una maleta cargada de partituras y un sueño claro: darle al mundo un género musical completamente nuevo. Inspirado por figuras como Miles Davis, Duke Ellington y John Coltrane, pero con la firme intención de ser él mismo, Mulatu logró mezclar la escala pentatónica etíope con los doce tonos occidentales sin perder la esencia de su país. El resultado fue un sonido hipnótico, envuelto en misterio, groove y sofisticación.

Este innovador estilo no tardó en cruzar fronteras, y si alguien ayudó a llevar el Ethio-Jazz a oídos de todo el mundo, ese fue Jim Jarmusch. El cineasta estadounidense quedó completamente fascinado tras ver a Mulatu en vivo en 2004 y decidió incluir sus temas en la banda sonora de “Flores rotas” (2005), protagonizada por Bill Murray. Desde entonces, su música ha aparecido en diversas películas y documentales, consolidando a Astatke como una leyenda viva del jazz.

Después de una vida dedicada a la música y con una sonrisa que refleja su pasión intacta, Mulatu sigue deslumbrando en escenarios de todo el mundo. Cada una de sus notas construye un puente entre la tradición y la modernidad, entre Etiopía y el resto del planeta.

Si alguna vez escuchas su música y sientes que el tiempo se detiene, que el aire se llena de misterio y que tu cuerpo se mueve sin que lo notes, no te preocupes: es el Ethio-Jazz desplegando su magia.

Raúl Agudo, Cultura Inquieta, 13/03/2025 – Cuando África y el jazz se fundieron: el legado de Mulatu Astatke