(Revista AXXIS, con información de Escuela superior de diseño de Barcelona – Mayo 12 – 2025) – El diseño arquitectónico asume un nuevo rol: ser herramienta de bienestar físico, emocional y social. Luz natural, materiales nobles, formas suaves y tecnología sutil son parte de una revolución silenciosa que redefine la manera en que habitamos.
Hoy el diseño de los espacios empieza a leerse también desde lo emocional. Vivimos en un mundo acelerado, hiperdigital y con crecientes tasas de ansiedad, soledad y estrés. Según el Ministerio de Salud, el 66,3% de los colombianos ha atravesado algún problema de salud mental en su vida. En este contexto, ¿puede el entorno físico ayudarnos a vivir mejor? La respuesta es sí, y la arquitectura es un ejemplo de esto.
Diseño y arquitectura de espacios para la salud mental
“Pasamos más del 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. El diseño de estos puede ayudarnos a vivir mejor”, afirma Esther Rico, docente de ESDESIGN perteneciente a Planeta Formación y Universidades, quien en su monográfico Luz y bienestar, reflexiona sobre el impacto que tienen la luz, los materiales y la disposición arquitectónica en la salud física y emocional de las personas. Además, propone una arquitectura empática, centrada en el ser humano y orientada a la prevención más que a la reacción.
Diseño de espacios para sanar
Un ejemplo es Tiaho Mai, en Nueva Zelanda. Un centro de salud mental cuyo diseño —basado en el concepto de refugio y luz natural— busca suavizar la experiencia hospitalaria. La arquitectura se concibió a partir del diálogo con pacientes y médicos, creando un entorno que facilita la introspección y la calma. Este edificio se siente humano, cercano, luminoso.
Además, estudios de pilates, viviendas unipersonales o ‘coworkings’ también están adoptando una estética del cuidado. TT Pilates Studio y Anna Cabin son dos espacios que, desde la escala mínima, generan sensaciones de cobijo y pertenencia mediante materiales orgánicos, formas suaves y una iluminación cuidadosamente planeada. “Necesitamos estímulos que nos inspiren, pero también lugares que nos permitan respirar y mirarnos hacia adentro”, apunta Rico.
La tecnología sutil como parte de espacios en calma
El bienestar también encuentra aliados en la tecnología. El estudio New Territory, por ejemplo, desarrolla objetos para el hogar que monitorean las condiciones ambientales — luz, temperatura, sonido — y responden de forma intuitiva para crear atmósferas saludables. La clave está en pasar desapercibidos y no invadir el espacio, sino mejorarlo.
En esta línea, la sostenibilidad también se convierte en un pilar del bienestar. La diseñadora Marjan Van Aubel ha desarrollado células solares que, además de ser funcionales, son visualmente bellas. Para ella, “la revolución solar será estética o no será”. En sus proyectos, la energía se integra en ventanas, mesas y textiles sin perder armonía ni calidez.
La arquitectura es una necesidad cultural. “Diseñar espacios que nos cuiden es una forma de cuidar nuestra salud física, mental y emocional. Es pensar en el ser humano desde la empatía, desde la luz, desde el silencio y desde la naturaleza que hemos olvidado”, concluye la experta de ESDESIGN.